Asno Andaluz
Historia
La investigación genética ha sugerido orígenes africanos para el burro doméstico, aunque el momento y el lugar precisos en los que se empezaron a domesticar los ejemplares son difíciles de delimitar.
Los primeros registros que se conservan atribuyen al primitivo asno de Andalucía un ascendiente genealógico directo que provendría de las razas asnales situadas en el norte de África, como el Asno Egipcio y otras razas no tan definidas, que por trashumancia (ya domesticados y no como manadas en estado salvaje) habrían llegado de manos de los Camitas (posteriormente identificados como uno de los integrantes de los Íberos), residentes en África en torno al siglo VI AC. Así pues, es considerada una de las razas europeas más antiguas, con unos 3.000 años desde su origen. Más adelante, debe destacarse que los asnos cordobeses destacaron por su corpulencia y aptitudes excepcionales, gozando de gran reputación como animales de silla en la época del Califato musulmán.
La raza asnal Andaluza, llamada anteriormente “Gran Raza Asnal Andaluza” fue conocida también como la raza Cordobesa de Lucena, por el gran número de ejemplares localizados a principios del pasado siglo en esta comarca. A pesar de su indiscutible pertenencia al patrimonio zoogenético andaluz, su distribución era muy amplia e incluso rebasaba las fronteras de la región andaluza.
La disminución de sus censos se debió en gran parte a la sustitución por la maquinaria agrícola, a lo que se añade la transculturación y despoblación de las zonas rurales de la España meridional. Por tanto, es objetivo de principal interés encontrar una funcionalidad que garantice su existencia y recuperación, teniendo la misma importancia que siglos atrás.
Actividades lúdico-deportivas, pedagógicas y medioambientales podrían ayudar a recuperar la utilidad y protagonismo que merecen estos animales, sin olvidarnos de sus funciones tradicionales en las zonas rurales que mantienen una cierta demanda agrícola y ganadera.
La raza asnal Andaluza representa una parte del patrimonio genético y cultural andaluz, solo eso ya justifica su relevancia social. Su situación, de extremo peligro de extinción, no le permite mostrar una gran relevancia económica, pero sí que presenta una gran potencialidad en la producción de animales (asnos y mulas) para trabajos extremos como la sofocación de incendios en áreas inexpugnables, la saca del corcho en terrenos inaccesibles o la participación en campañas militares en países recónditos, por ser un animal muy adaptado a las condiciones medioambientales difíciles. Pero quizás donde se denota un mejor futuro para la raza es en su implicación en el turismo rural (paseos por rutas ecológicas) y en la asnoterapia de enfermedades del comportamiento como el autismo y en pacientes geriátricos (siendo una práctica totalmente consolidada en muchos países de la Unión Europea).
En el plano ambiental, estos animales pueden desempeñar un papel fundamental en la conservación del medio, como elementos limpiadores del sotobosque, participando en el control de incendios, con la limpieza de cortafuegos, desbrozando zonas cargada de pastos secos, por ejemplo. También existe el consumo de carne de este animal, pero se trata de un consumo testimonial, aunque se habla de las excelentes características de esta. Incluso como elemento productivo de artículos lácteos de calidad, ya sea en consumo directo o en la elaboración de productos de cosmética e higiénicos, existen empresas que comercializan la leche asnal debido a sus ricas propiedades nutritivas y cosméticas.
El asno es, entre los animales domésticos, algo así como la cenicienta sobre la que se ciernen todas las adversidades e ingratitudes. Sin duda por eso, por dicha ingratitud y egoísmo, está tendiendo a desaparecer.
Se puede considerar que es en 1986 cuando el Fondo de Compensación de Cría Caballar, del Ministerio de Defensa, desde sus centros en Jerez de la Frontera y Écija, inicia un proyecto serio para la conservación de la “Gran Raza Asnal Andaluza”, desarrollando desde esos momentos una encomiable labor de conservación ex situ in vivo en sus centros en Andalucía. Esta intervención fue crucial para la supervivencia de la raza que en esos momentos atravesaba una situación dramática.
Asimismo, cabe señalar la meritoria labor desempeñada por la “Unión de Ganaderos de la Raza Asnal Andaluza (la antigua asociación gestora del programa de cría)”, liderando dicha entidad (con el apoyo desde 2009 del Grupo de Investigación PAI-AGR-218 del Dpto. de Genética de la Universidad de Córdoba) tanto el programa de mejora (con finalidad de conservación) de la raza (aprobado mediante Resolución/DGPAG de 26/12/2012), así como la gestión del libro genealógico de la raza (cuya reglamentación específica fue aprobada mediante Resolución/DGPAG de 26/01/2012), todo ello hasta el 31/01/2020 fecha en la que la antigua asociación gestora del programa de cría presentó la renuncia a dicha gestión, aceptada mediante Resolución/DGPAG de 19/04/2021, por la que se revoca el reconocimiento otorgado en 2004 a la antigua asociación gestora del programa de cría para la llevanza del Libro Genealógico de la raza asnal Andaluza y se deja sin efectos el Programa de Cría de la raza asnal Andaluza aprobado el 30/01/2020, a propuesta de la antigua asociación gestora del programa de cría, y que no llegó a ponerse en marcha.
Tras la delicada situación de desamparo para los criadores de la raza, acontecida con la mencionada renuncia de la antigua asociación gestora del programa de cría en 2020, con fecha 6 de febrero de 2021 se constituye la “Asociación del Asno de Pura Raza Andaluza (ASNOPRA)”, con sede en Sevilla, que surge por la imperiosa necesidad de dar soporte a la llevanza del Libro Genealógico (L.G.) y la inmediata puesta en marcha el de un programa de conservación adecuado para asegurar la supervivencia y toda la expansión posible de la raza asnal Andaluza, de ahí la elaboración del presente Programa de Cría y la presentación de su solicitud de reconocimiento oficial como asociación de criadores de razas puras para la gestión del mismo.
Al ser una raza sumamente amenazada, periódicamente se debe llevar a cabo un estudio genealógico y molecular para determinar el nivel de variabilidad genética existente en la población y controlar la consanguinidad en las ganaderías, con el fin de poder establecer un programa sostenible de conservación, que maximice el tamaño efectivo, optimice el sistema de apareamientos y favorezca el flujo genético, manteniendo la máxima diversidad genética posible y disminuyendo el incremento de consanguinidad por generación
No te pierdas nada
+34 633 307 019
serviciosasnopra@asnopurarazaandaluza.com